Geofagia o la dieta del artista
Vídeo: 2’ 44”
2008
El artista argentino Víctor Grippo expuso una reflexión en su instalación “La comida del artista” (1991) en la que manifestaba su preocupación acerca de la situación profesional que viven los creadores. Con esa obra, el autor hablaba sobre cómo los artistas suelen ser recompensados con manjares de oro cuando se acomodan al sistema, mientras que, a la inversa, son retribuidos con alimentos de tierra si deciden arriesgar y jugársela en cada trabajo.
Esta vídeo-performance se presenta como una auto-grabación donde la propia autora interpreta ante la cámara, en un único plano fijo, a una comensal que no tiene otro sustento que llevarse a la boca nada más que cucharadas de tierra. En su factura, la pieza hace referencia a una mítica secuencia de la película “La quimera del oro” (1942), de Charles Chaplin, aquélla en la que el protagonista llega al límite de comerse sus propias botas para poder sobrevivir en Alaska durante “la fiebre del oro”.
Los tintes tragicómicos del vídeo son acentuados por el detalle de la música que se escucha de fondo, el poema sinfónico de Richard Strauss “Una vida de héroe” (1898), que pretende aludir, con cierto sarcasmo, al sacrificio épico de la actividad que se practica.
Video stills
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